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La terminal de ferry que une Uruguay con Argentina es una maravilla, con una sola terminal que atiende a las dos compañías que operan en la ruta. Llegamos sin problemas, pero al embarcar rumbo a Argentina tuvimos un pequeño inconveniente, ya que los horarios de ambas compañías eran muy cercanos y se formó una larga fila para abordar, donde tuvimos que esperar más de 50 minutos. Faltó un poco de organización y rapidez para manejar esa cola tan grande.
Por otro lado, la infraestructura es de buena calidad, los baños están impecables y la señalización es adecuada.
La terminal de ferry es muy moderna y eficiente para Buenos Aires. El check-in es muy fácil y completas los controles de inmigración uruguayos y argentinos antes de abordar, por lo que cuando llegas a Buenos Aires no tienes ningún control de pasaportes, solo algunos controles aduaneros de equipaje. ¡Esto agiliza todo el proceso!
Qué desastre, la terminal de ferry es un caos total siempre. A pesar de ser grande, el embarque siempre es un lío. Solo tienen una cinta de aduana para todo el proceso y si vienes de Buenos Aires, de las 4 cintas que tienen, solo habilitan 2. Un desastre total.
Está bien, pero podría ser más organizado. Deberían gestionar mejor los horarios, porque cuando salen dos barcos al mismo tiempo, las salas de espera se convierten en un caos. Además, sería conveniente que los conductores pudieran quedarse en sus coches en lugar de en la sala, lo que aliviaría bastante la congestión en la sala de espera.